Por JULIA FRANKEL

TURMUS AYYA, Cisjordania (AP) — El miedo es palpable en este pueblo palestino. Es evidente en la forma en que los agricultores recogen sus cosechas rápidamente, en cómo miran al valle en busca de movimiento, en cómo no se atreven a desviarse por ciertos caminos. En cualquier momento, dicen, los colonos israelíes armados podrían descender.

“En cuestión de minutos, se comunican por teléfono. Se reúnen y te sorprenden”, afirmó Yasser Alkam, un abogado y agricultor palestino-estadounidense del pueblo de Turmus Ayya. “Se esconden entre los árboles. Emboscan a la gente y los golpean duro”.

En los últimos meses, Alkam dice que Turmus Ayya ha soportado ataques casi diarios por parte de colonos, especialmente después de que establecieron un puesto de avanzada que, según el grup

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