"Gracias al rey de España, una girondina encuentra a su marido". Eran las palabras que se leían en el periódico francés de La Petite Gironde la mañana del 19 de junio de 1915 y que lo cambiarían todo para Alfonso XIII . En una Europa sumida en los horrores de la Primera Guerra Mundial y con miles y miles de desaparecidos , la noticia de la implicación del monarca en la búsqueda de una de esas personas en paradero desconocido se viralizó hasta llegar a oídos de todo el continente e incluso más allá.

Las cartas comenzaron a acumularse en la Secretaría Particular del rey, que optó por crear un organismo dedicado a aquellos esfuerzos: la Oficina Pro Cautivos , también conocida como la Oficina de la Guerra Europea. Su labor humanitaria, con la que ayudó a encontrar a sus seres quer

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