A los astrónomos les encantan los misterios, y Kepler-56 lleva años siendo uno de los grandes rompecabezas de nuestra galaxia. Esta gigante roja, situada a unos 3.000 años luz de la Tierra, gira demasiado rápido y con su estructura interna literalmente torcida. Ahora, tenemos una explicación.

Una estrella que gira mal. Para entender por qué Kepler-56 es tan extraña, basta con compararla con cualquier estrella similar en su etapa de vejez. Cuando una estrella como el Sol agota su combustible, se expande y se convierte en una gigante roja. Por lo general, a medida que aumenta de tamaño, su rotación se ralentiza, como un patinador que extiende los brazos.

Sin embargo, Kepler-56 hace todo lo contrario: su capa exterior gira a una velocidad absurda, 10 veces más rápida de lo normal para una

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