Según Lula, la nueva ley, que libera del citado impuesto quienes ganan hasta 5.000 reales mensuales (unos 940 dólares) y establece un descuento para quienes perciben hasta 7.350 reales (unos 1.378 dólares), ataca “los privilegios de una pequeña elite financiera” y representa un paso decisivo hacia la Justicia fiscal.

El presidente subrayó que la expansión será financiada por “el 0,1 % de la población brasileña”, que pasará a pagar más impuestos “para brindar alivio a las familias que trabajan, luchan y mantienen este país en movimiento”.

La legislación introduce además un impuesto mínimo para personas de alta renta, con una tasa progresiva que puede alcanzar hasta 10% para quienes ganen más de 600.000 reales al año, unos 112.500 dólares.

Las reglas comenzarán a aplicarse en 2026 y afect

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