Frank Bracho
Reconectarse con lo Divino, directamente.
Solo Ello puede darnos la mejor guía ante una situación muy difícil. Nadie tiene a Dios “agarrado por las barbas”, pero todos tienden a descargarse sobre dicho líder o a villanizarlo, sea tirio o troyano, como culpable o responsable de todo, aumentando la presión sobre él.
No conviene cerrarse.
Más bien, mantenerse humilde y sereno, a fin de escuchar las señales divinas advertidoras. Por ejemplo, las del clima natural externo, que rara vez vemos cuando nos mantenemos encerrados entre cuatro paredes. Ellas suelen tener indicaciones interactivas para lo más interno y nos llevan otra vez a la genuina reconexión.
Como han dicho las santas místicas cristianas: “Solo Dios basta. Él no se muda, sino que siempre permanece.”
Y como dice

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