Con la llegada de diciembre, también aumenta el uso de pólvora en distintos sectores del Quindío, una práctica que no solo pone en riesgo a las personas, sino que provoca graves afectaciones en animales domésticos y en la fauna silvestre del departamento. Las detonaciones generan estrés agudo, desorientación, huida descontrolada, traumas, abandono de nidos y, en casos extremos, la muerte de especies que no logran soportar el impacto fisiológico del estruendo.

Perros y gatos suelen presentar ansiedad, taquicardia y pérdidas momentáneas de orientación, mientras que aves, mamíferos y otras especies silvestres pueden emprender vuelos o carreras descontroladas que las llevan a zonas de riesgo, generando atropellamientos, caídas, entre otros.

El director general (e) de la Corporación Autónoma

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