En una de las épocas más frías del año, en plena Navidad, llevarse al estómago cucharada a cucharada un buen caldo es un gesto muy reconfortante. Si además es ligero pero está cargado de nutrientes , se convierte además en una alternativa perfecta para armar un menú navideño. Cuando hablamos de caldos en esta época de celebraciones cargada de tradiciones, el de marisco es uno de los ganadores por excelencia. Aunque varíen los ingredientes y lo podamos adaptar a todo tipo de bolsillos, una sola de sus raciones contiene una buena porción de proteínas, omega-3 y grasas saludables.
No es coincidencia que el de caldo de marisco sea uno de los platos que se sirven en muchas casas en la cena de Nochebuena. Al ser víspera de Navidad se consideraba un día de vigilia, en los que se evitaba el consumo de carne por motivos religiosos y el pescado, el marisco, los huevos, las verduras o las legumbres se convertían en los ingredientes del menú del día. El marisco, además, es una alimento que se asocia con las celebraciones y los días de fiesta al ser un alimento de precio más elevado.
Aunque haya que rascarse más o menos el bolsillo según los ingredientes que escojamos o sin son frescos o congelados, este caldo es una receta también de aprovechamiento. Puedes ir guardando en tu congelador colas y cabezas del pescado que consumes, así como de algunas gambas que hayas utilizado en otra preparación; y utilizar las verduras que tengas en los cajones de la nevera.
La receta
Si todavía no has integrado nunca la sopa de marisco en tu menú navideño, toma buena nota de esta receta para sorprender este año a familiares y amigos. Si te gustan el pescado y los frutos del mar, esta forma de preparar el caldo no te dejará indiferente. Es muy sencilla de cocinar y tiene un aroma y sabor envidiables. Se trata de una versión muy sabrosa y bastante económica. Estos son los ingredientes para seis comensales:
- Unos 300 gramos de langostinos o gambas (no descartes la opción de los congelados)
- 250 gramos de pescado blanco (pueden ser recortes ya guardados de otras recetas): merluza, rape, bacalao...
- Necesitarás algunas verduras: un puerro, una cebolla y dos dientes de ajo
- Cuatro cucharadas soperas de tomate triturado al natural
- 1 litro de fumet
- 100 mililitros de nata (este ingrediente es opcional)
- Un par de cucharadas de vino blanco (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal, pimienta y pimentón dulce
- Una cucharada de harina para espesar el caldo (puede ser de arroz si tienen intolerancia al gluten)
Lo primero que vamos a hacer es pelar las gambas y reservar las cabezas, que utilizaremos para preparar un caldo exprés. El caldo de pescado o fumet puedes comprarlo ya hecho en muchos establecimientos; algunas de estas preparaciones comerciales son muy interesantes nutricionalmente y si vas con el tiempo justo, te ayudarán a darle un buen acelerón a la receta. En caso contrario, puedes preparar un caldo de base también en menos de un cuarto de hora.
Lo que vamos a hacer es sofreír tanto las cáscaras como las cabezas de las gambas en una olla con aceite de oliva virgen extra. Hay que aplastarlas para sacarles todo el jugo. Una vez hecha esta operación, añadimos media cebolla y uno de los dos dientes de ajo, cubrimos con agua y dejamos cocinar unos diez minutos. Luego colamos y reservamos.
Por otra parte, vamos a hacer un sofrito con el resto de la cebolla, el ajo y el puerro picados finamente. Una vez esté todo bien dorado, añadimos el tomate, dejamos que se cocine bien y adicionamos el pimentón dulce con cuidado de que no se queme. Por último, vertemos la harina y removemos durante un par de minutos. El siguiente paso es añadir tanto las gambas como el pescado que vayamos a utilizar al sofrito, y rehogamos todo. Seguidamente, echamos en la olla el vino o brandy y dejamos que evapore el alcohol.
Por último, vertemos el caldo y dejamos cocinar unos 15 minutos. Una vez pasado ese tiempo, trituramos muy bien y en caso de que hayamos decidido incorporarla, añadimos la nata de cocinar. Se tiene que servir caliente y si queremos, podemos complementar la presentación con algunas gambas, un chorrito de nata o picatostes.
Versiones para todos

Preparar un buen caldo de marisco no tiene por qué estar reñido con el ahorro en la compra semanal. La versión propuesta, muy completa nutricionalmente, es apta para muchos bolsillos. Pero en caso de tener que recortar un poco en precios, sobre todo ahora que se acerca la Navidad y el valor del pescado y el marisco sube, es optar por producto congelado, por ejemplo, merluza, que siempre suele ser más económica.
Si así lo deseas, también puedes añadir a la cesta de la compra unas almejas o unos mejillones (también los encontramos en la nevera de los congelados), que aportarán sabor y que harán la receta más sabrosa y equilibrada. Para una versión mucho más completa puedes decantarte por un caldo 'premium' incluyendo entre tus ingredientes unos gambones, cigalas o carabineros. También puedes incluir en la lista de marisco, unas vieiras o bogavante. Todo suma.
En cualquier caso, en todas sus versiones se trata de un plato muy nutritivo y reconfortante, lleno de sabores intensos ideal para dar la bienvenida a cualquier menú en estos días otoñales o los que están por llegar del invierno. Y una opción muy acertada para combinar con otros platos más contudentes durante las comidas y cenas de las fiestas navideñas.

ElDiario.es
America News
Raw Story
The Hill
Iron Mountain Daily Life
The Danville Register & Bee Entertainment