OpenAI respondió a la demanda presentada por los padres de Adam Raine, un adolescente de 16 años que falleció en abril de este año, y que, según la familia, había utilizado ChatGPT como acompañamiento emocional.

La compañía, dirigida por Sam Altman, aseguró ante el tribunal que no es responsable del caso y culpa al ‘mal uso’ de ChatGPT.

La disputa legal, presentada a finales de agosto ante un tribunal estadounidense, se centra en determinar hasta qué punto el uso del chatbot pudo influir en los hechos y si existieron fallas en sus salvaguardias.

En su respuesta oficial, recogida por medios como 'NBC News', OpenAI señaló que las circunstancias del caso se vieron condicionadas por un “uso indebido” del chatbot. La empresa indicó que Adam Raine habría eludido varias restricciones incluidas

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