La Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA) anunció en las últimas horas que, a partir de febrero, los viajeros incluidos migrantes que no presenten una Real ID o un pasaporte vigente al pasar por los controles de seguridad en los aeropuertos del país deberán cancelar una tarifa de 45 dólares. La decisión forma parte de los ajustes que realiza el gobierno federal para garantizar que todos los pasajeros que se trasladan por vía aérea cuenten con documentos de identidad validados a nivel nacional, un proceso que había sido aplazado por años.

De acuerdo con cifras oficiales de la TSA, cerca del 6 % de los pasajeros aún no dispone de la Real ID , un documento que se convirtió en requisito obligatorio para vuelos domésticos desde la entrada en vigencia de la Ley R

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