Tim Friede, un hombre de Estados Unidos , se dejó morder por 200 víboras a lo largo de varios años y se inyectó veneno en más de 700 ocasiones.

Todo con un objetivo que roza lo absurdo: ayudar a los científicos a crear un antiveneno universal capaz de proteger contra algunas de las serpientes más letales del planeta.

La increíble historia de Tim Friede

Durante casi dos décadas, Friede permitió que cobras , mambas y distintas especies de serpientes venenosas lo mordieran para fortalecer su inmunidad y generar anticuerpos capaces de neutralizar dosis letales de veneno.

Se dejó morder por serpientes para crear un antiveneno universal.

Lo que comenzó como una práctica extrema para mejorar su manejo de serpientes llamó la atención de la comunidad científica. Incluso d

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