Javier Milei volvió a convertir una jura ministerial en un gesto político. Este mediodía, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, Alejandra Monteoliva r ecibió el juramento como nueva ministra de Seguridad. No fue una ceremonia rutinaria: fue la consagración de una continuidad ideológica y operativa. Monteoliva no llega para inaugurar nada, sino para garantizar la supervivencia de una marca registrada del oficialismo: la “ Doctrina Bullrich”.

El Presidente, que en materia de seguridad delegó desde el inicio buena parte de la arquitectura conceptual en Patricia Bullrich , eligió a la funcionaria que mejor encarna ese legado. No solo por afinidad técnica: Monteoliva es, desde hace años, la colaboradora más cercana de la exministra en cuestiones de seguridad interior. Su ascenso estab

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