Entre 1839 y 1842, la Compañía Británica de las Indias Orientales le impuso a China el comercio del opio, un producto cultivado en la India, lo que se constituyó en una importante fuente de ingresos para la compañía, con la reina Victoria tras bastidores. Como el gobierno chino se opuso, la Corona británica envió una flota de guerra que finalmente derrotó al Imperio Celeste. En consecuencia, el emperador chino tuvo que firmar el Tratado de Nanking, que obligó a China al libre comercio de bienes, incluido el opio, a través de cinco puertos, el más importante Cantón, así como a la cesión a Inglaterra de la isla de Hong Kong. Irrumpieron también otras potencias imperiales como Estados Unidos, Francia, Alemania y Rusia, que forzaron a China a firmar varios convenios desiguales por los que qu

See Full Page