La controversia sobre quién dio la orden de bombardear y asesinar a los sobrevivientes de una pequeña embarcación que ya había sido atacada letalmente en el Caribe, el pasado 2 de septiembre, sigue abierta en el seno del Gobierno de EE.UU.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, agregó un nuevo elemento a la polémica en su conferencia de prensa de la víspera, cuando una periodista le preguntó si la orden inicial de matar a todos los tripulantes del bote con 11 personas había sido del secretario de Guerra, Pete Hegseth, o del presidente estadounidense, Donald Trump.

Leavitt respondió que había visto un artículo de The Washington Post donde se  informaba  que Hegseth habría emitido una orden verbal de " matarlos a todos " antes de llevar a cabo el primer ataque contra una pequeña embarcación que supuestamente transportaba drogas, sin que aún hubiera pruebas de ello.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. Andrew Harnik / Gettyimages.ru

Conforme al relato recogido por el medio, luego del primer bombardeo, los comandantes a cargo de la operación observaron cómo dos supervivientes se aferraban a la pequeña embarcación, por lo que el jefe de Operaciones Especiales que supervisó la ofensiva  ordenó realizar un segundo ataque  para cumplir con las instrucciones de Hegseth.

¿Hegseth o Trump?

Al comentar la supuesta orden dada por el jefe del Pentágono, Leavitt manifestó: "Vi eso citado en un artículo de The Washington Post. Rechazo que el secretario de Guerra haya dicho eso ".

Al referirse a la postura de Trump sobre esos ataques, dejó entrever que el mandatario había sido quien dio la instrucción inicial: "El presidente ha dejado muy claro que si los terroristas del narcotráfico vuelven a traficar drogas ilegales hacia EE.UU., tiene la autoridad para matarlos , y eso es lo que está haciendo esta Administración".

La vocera también aseguró que la mencionada agresión se ejecutó en "legítima defensa  para proteger a los estadounidenses y los intereses vitales de EE.UU. ", aunque no se ha demostrado que las personas a bordo del bote estuvieran armadas o representaran un peligro real para el gran contingente naval estadounidense desplegado en el Caribe desde agosto pasado.

El secretario de Guerra de EE.UU., Pete Hegseth, y el presidente de ese país, Donald Trump. Evan Vucci / AP

La postura hostil de Hegseth

Las declaraciones de la vocera de la Casa Blanca ocurren en medio de las versiones encontradas entre el republicano y el jefe del Pentágono, que no terminan de ponerse de acuerdo sobre quién habría dado la autorización para matar a las personas que iban en esa embarcación atacada por el Ejército de EE.UU.

Días atrás, Hegseth tachó de "noticias falsas" y "reportes fabricados" las informaciones sobre el responsable de la orden. Sin embargo, ratificó que desde un inicio se estableció que  los bombardeos "están específicamente destinados a ser 'ataques letales y cinéticos'" .

A pesar de los matices ofrecidos por Hegseth, sus intervenciones se han caracterizado por un tono de amenaza de muerte a los traficantes de drogas. Días atrás aseguró que el Gobierno tiene  "todo el derecho del mundo" de "asesinar"  a quienes estén involucrados en esos delitos, a pesar de la crítica de los defensores de los derechos humanos sobre la forma de realizar procedimientos antinarcóticos.

Esa actitud hostil también quedó reflejada en la publicación de una polémica imagen de un personaje animado infantil convertido en un asesino armado que ataca supuestas 'narcolanchas'.

El espaldarazo de Trump

Por su parte, el mandatario estadounidense  aseguró  el domingo pasado que verificaría las afirmaciones de que el secretario de Guerra habría dado la orden al Ejército, aunque adelantó que lo ponía en duda y ratificó la " plena confianza " en su funcionario. 

"No sé si eso sucedió. Pete dijo que ni siquiera sabía de qué estaban hablando, así que  lo investigaremos ", afirmó. Del mismo modo, sostuvo que él "no habría querido" que hubiera un segundo ataque letal para acabar con los sobrevivientes y que Hegseth tampoco, refiere  ABC.

Las muertes en el Caribe, que han sido catalogadas de "crímenes de guerra" y de "ejecuciones extrajudiciales" por expertos en derecho internacional, también han causado preocupación en algunos sectores del Congreso de EE.UU. Por ello, tanto la Cámara de Representantes como el Senado iniciaron investigaciones sobre los dos ataques contra una misma embarcación, donde supuestamente se traficaba drogas,  recoge  NBC.

Claves de la agresión de EE.UU. 

  • Despliegue militar:  desde agosto pasado, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington  anunció  posteriormente la  operación 'Lanza del Sur' , con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" a EE.UU. "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos.
  • Operativos letales:  como parte de estas operaciones se han realizado  bombardeos  contra presuntas  embarcaciones  de narcotraficantes, con un saldo de más de 70 personas muertas y  sin evidencia  de que realmente traficaran con estupefacientes.
  • Acusaciones y recompensa:  Washington ha acusado  sin pruebas  a Maduro de liderar un cártel de narcotráfico y ha  duplicado  la recompensa por su captura.
  • Postura venezolana:  Maduro  denuncia  que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas  riquezas  petroleras y gasísticas de Venezuela.
  • Falta de sustento:  organismos como la ONU y la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia EE.UU., ya que más de 80 % de las drogas que circulan en la región, lo hacen a través de la ruta del Pacífico.
  • Condena internacional:   Rusia , el Alto Comisionado de la  ONU  para los Derechos Humanos y los Gobiernos de  Colombia México  y  Brasil  han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional.