El queso manchego es parte habitual de la cocina mexicana: aparece en sándwiches, ensaladas, pastas y prácticamente cualquier comida cotidiana. Su fama ha impulsado una amplia oferta en el mercado, pero también ha abierto la puerta a productos que aprovechan el nombre sin realmente cumplir con lo que exige la norma.

Una reciente revisión de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), publicada en la edición de diciembre de la Revista del Consumidor, reveló que varias marcas que destacan el término “manchego” en sus empaques en realidad son productos procesados, no quesos auténticos. El hallazgo busca frenar la confusión entre compradores y promover un etiquetado claro.

UN ANÁLISIS AMPLIO DEL MERCADO

El Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor evaluó 29 productos relacionad

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