Gabriel Ahumada, de Villa Mercedes, viene de afrontar un verdadero calvario. El hombre tenía una vivienda social, pagó la totalidad de las cuotas e inició el proceso para la escritura, pero lo desadjudicaron. El motivo: un caso de violencia conyugal. El problema es que, según manifiesta, la violencia la sufrió él mismo por parte de su expareja, todo en un durísimo contexto de salud, en el que luchó fuertemente contra el cáncer. Hoy posee carné de discapacidad. La enfermedad le dejó serias secuelas, pero tiene que mendigar un lugar para vivir. No pide nada extraordinario, no pretende ningún beneficio, solo acceder a su hogar, por el que abonó el valor total.

Aunque ha informado -por distintos canales de comunicación- su caso al Gobierno provincial, no tiene respuestas concretas. En criollo

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