Michael y Susan Dell volvieron al centro de la escena filantrópica con un anuncio de escala inédita: destinarán 6.250 millones de dólares para depositar 250 dólares en cuentas de inversión a nombre de 25 millones de chicos en Estados Unidos. La iniciativa busca ampliar el alcance de las llamadas "Trump accounts", un esquema de ahorro e inversión infantil que todavía debe definir parte de su ingeniería operativa, pero que ya se convirtió en una plataforma para canalizar aportes privados masivos.

Detrás del titular hay una dupla con roles bien marcados. Él, el empresario que cambió el negocio de las computadoras personales con un modelo directo al consumidor. Ella, la conductora de la estrategia filantrópica familiar, que desde fines de los 90 empuja una agenda centrada en oportunidades

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