Pachuca de Soto, Hgo.- Quien llega por primera vez a Mineral del Chico suele encontrarse con un bosque majestuoso: aire frío que huele a tierra húmeda, pinos que murmuran con el viento y una neblina suave que baja entre las montañas como si quisiera envolverlo todo.

En apariencia, es un territorio reservado para quienes pueden sortear suelos irregulares y pendientes naturales. Pero basta internarse unos metros para descubrir que la naturaleza también puede ser un espacio donde caben todas las personas.

Ahí, en el campamento para visitantes del Parque Nacional El Chico, se despliega el sendero accesible, un proyecto que redefine la manera de disfrutar un área natural protegida en un estado donde la inclusión es un referente.

Un camino que abre posibilidades

El trayecto, cuyo recorrido

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