La princesa Leonor y la infanta Sofía han renunciado a la herencia del palacete Balada y han donado a la Fundación Hesperia sus respectivas cuotas de participación sobre el inmueble. Así lo confirma la respuesta que la Casa Real ha remitido al Ayuntamiento de Ciutadella, después de que el Consistorio solicitara de nuevo, el pasado mes de julio, la cesión de esta propiedad. El palacete fue legado en 2009 por el inversor Juan Ignacio Balada Llabrés a los entonces príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, y a los ocho nietos del actual rey emérito, Juan Carlos I.
Con este movimiento, Leonor y Sofía siguen los pasos de sus padres, quienes en 2010 decidieron destinar la parte que les correspondía de la herencia a fines de carácter social , y renuncian igualmente a hacer un uso privati

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