El hombre salió con un carro y la foto de su hija, agradecido por su recuperación. Vecinos que lo cruzan en la Ruta 51 piden acompañarlo con agua o comida durante el trayecto.

Walter decidió abandonar la comodidad de su casa en San Antonio de los Cobres y encarar, él solo, la Ruta 51 rumbo a la Catedral Basílica. No es septiembre ni hay multitud de peregrinos: su caminata es personal. Lo mueve una promesa por la salud de su hija, que hace poco estuvo al borde de la muerte.

La nena, de apenas dos años, dejó de respirar durante 40 segundos. "Fueron eternos" , contó su familia. Pero con la intervención de los médicos y la fe que sostuvieron durante esos momentos críticos, la pequeña salió adelante. Por eso Walter agarró un carrito, la foto de su hija y empezó el camino hacia los

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