La Directora General de Corporinoquia, Diana Carolina Mariño Mondragón, hace un llamado firme y urgente para que en esta época de fin de año la celebración se haga sin pólvora ya que cada explosión que ilumina el cielo apaga la tranquilidad de los ecosistemas, altera a las especies silvestres y deja una huella invisible, pero profunda, en la biodiversidad de la región.

La pólvora no es tradición, es una amenaza para la vida

En la Orinoquía, donde aves, mamíferos y especies emblemáticas dependen de la quietud nocturna para sobrevivir, la pirotecnia provoca:

– Estrés extremo y desorientación en aves, que huyen en vuelo nocturno y chocan contra infraestructura o se separan de sus crías.

– Alteraciones metabólicas en mamíferos pequeños, que interrumpen su reproducción o patrones de aliment

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