El anuncio del Gobierno Petro sobre un “plan de seguridad” frente a una posible intervención de Estados Unidos en Venezuela no es un ejercicio de previsión ni de responsabilidad estatal. Es un acto de improvisación política envuelta en un discurso humanitario que intenta disfrazar riesgos concretos. Colombia no está preparada para asumir los costos de una crisis venezolana que no ha provocado, y este plan lo evidencia con claridad.

La frontera colombo venezolana es uno de los territorios más sensibles de la región. Allí confluyen la presencia de grupos armados, tráfico de drogas, migración masiva y deficiencias estructurales en seguridad. Anunciar que se tiene un plan sin detallar capacidades reales, coordinación con aliados estratégicos o escenarios de contingencia es irresponsable. Más

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