Redacción Ciencia, 3 dic (EFE).- En apenas cinco años, el número de satélites que orbitan la Tierra ha pasado de 2.000 a 15.000 y para 2037 se espera que sean 560.000, pero su presencia tiene un coste: la contaminación lumínica emitida por estos satélites amenaza el funcionamiento de los telescopios espaciales.
Según un estudio del Centro de Investigaciones Ames de la NASA, si se llevan a cabo los lanzamientos de constelaciones satelitales previstos para los próximos años, el telescopio espacial de la NASA Hubble podría ver dañado más de un tercio de sus imágenes y otros telescopios perderían más del 96 % de sus trabajos.
Dado que los telescopios espaciales y las constelaciones satelitales comparten el mismo espacio orbital, el estudio propone minimizar el número de satélites enviados al

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