El ministro de Economía, Luis Caputo, es seguramente el mayor exponente de la historia reciente de un modelo endeudador que se repitió –con él a la cabeza—con el macrismo y ahora con el mileísmo de manera idéntica pese al pésimo resultado de la primera vez . Con la camiseta amarilla comenzó pagando a buitres para que le permitan salir al mercado, abusó de ese mecanismo y los inversores le cerraron la puerta. Fue entonces al Fondo Monetario y cerró el mayor préstamo de la historia del organismo. Terminó con una devaluación, corrida e inflación que comenzaba a espiralizarse. Ahora vuelve con Milei para hacer lo mismo, quizás en sentido inverso: mismo resultado y misma viabilidad. Un país cada vez más endeudado y, por tanto, dependiente de nuestros acreedores.
Este miércoles, en una entre

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