Tras darse “el último timbre”, tanto en horario matutino como vespertino, partieron desde sus establecimientos hacia la zona céntrica en caravanas de autos y camionetas conducidos por sus padres y otros familiares.
Todos los grupos recalaron en la plazoleta del Gorosito, donde desplegaron una intensa algarabía matizada con humos de bengalas y espuma artificial, en tanto que otros continuaron la singular fiesta en la playa costanera.
En las fotografías que ilustran este informe se observa a alumnos de la Escuela Adventista a bordo de camionetas y a los nuevos egresados del nivel primario del Instituto Aoniken festejando en la céntrica plazoleta.

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