Les confieso que al final acudí al concierto de The Molotovs el martes pasado porque mis hijos se estaban poniendo insoportables y el cuerpo me pedía escaparme. También, por no engañarles, les revelo que me empujó el poco instinto periodístico que me queda para comprobar por mí mismo si la banda británica son la monda lironda. Y por último, la tercera motivación para abandonar el hogar familiar y meterme en una sala atestada de gente vibrando de emoción antes siquiera del primer acorde fue poder decir un día eso de ‘yo los vi primero’. Esa frase de fan fatal, de crítico plasta o de cronista bíblico que se restriega durante años por la cara de los que no estuvieron allí para alimentar de manera absurda el ego propio hasta el ridículo punto de la auto fagocitación.
Sucede con las bandas n

Levante-EMV

AlterNet
The Babylon Bee
Slate Politics