Hay personas que, ante la mínima tensión, eligen lo mismo una y otra vez: tragar, asentir y hacer como si nada pasara. Desde fuera parecen pacíficas, maduras o que no se complican la vida. Pero cuando el silencio es la respuesta automática a cualquier conflicto, la psicología dice mucho más de lo que parece.
A continuación, qué puede esconder este patrón y qué consecuencias tiene vivir apagando tu voz para que no haya problemas.
¿Es siempre malo evitar el conflicto?
N o. Elegir tus batallas es sano. Ceder a veces, dejar pasar pequeños roces o no responder a todo también forma parte de una buena regulación emocional.
El problema empieza cuando te callas por sistema: te incomoda algo, te duele algo, te tratan de forma injusta… y aun así eliges el silencio por miedo a lo que pueda p

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