El neuromarketing pasó de ser una curiosidad universitaria a una herramienta que ayuda a las empresas a testear productos, evitar fracasos y tomar decisiones.

@NancyRosally

En las aulas del Tecnológico de Monterrey , un grupo de estudiantes observa cómo una pantalla registra picos de emoción cada segundo. Un pastel, un empaque, un anuncio, todo dispara una reacción fisiológica que los equipos del nuevo laboratorio de neurociencias aplicadas al marketing pueden medir con una precisión que antes parecía exagerada para un simple estudio de mercado.

Igor Patricio Rivera, director de la División de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus de Ciudad de México, fue testigo de cómo se hacían las pruebas hace unos años.

A un grupo de consumidores se les daba a probar dos productos de m

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