NUEVA YORK (AP) — Cuando Kendrick Lamar inició su espectáculo de medio tiempo del Super Bowl a principios de este año, eligió un diseño de escenario que probablemente resultó familiar para cualquiera que lo estuviera sintonizando: un cuadrado, un triángulo, una cruz y un círculo.

El rapero ganador del Grammy —frente a más de 133 millones de personas— decidió actuar sobre una enorme cuadrícula industrializada de luces parpadeantes que se asemejaba a un gigantesco controlador de PlayStation.

Fue un agradable regalo sorpresa para el PlayStation de Sony, que este año celebra su 30 aniversario en América del Norte y Europa. La referencia de Lamar a la consola —con la que Sony no tuvo nada que ver— fue otra señal de hasta qué punto la marca ha penetrado en la cultura, en formas grandes y peque

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