MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU. (AP) — Incluso para un presidente que ha dejado claro durante mucho tiempo que no es fanático de Somalia, los más recientes comentarios despectivos provenientes de la Casa Blanca fueron un shock para la comunidad somalí más grande de Estados Unidos.
“No contribuyen en nada. No los quiero en nuestro país”, afirmó el presidente estadounidense Donald Trump a periodistas durante una reunión del gabinete el martes. “Podemos ir por un camino o por otro, y vamos a ir por el camino equivocado si seguimos aceptando basura en nuestro país”.
“Los somalíes deberían estar fuera de aquí. Han destruido nuestro país”, comentó Trump el miércoles.
Hamse Warfe, un ciudadano estadounidense del área metropolitana de Minneapolis que nació en Somalia y ha fundado una serie de negocios exitosos, ve las cosas de manera diferente.
“No soy basura”, expresó Warfe, quien ahora dirige una organización educativa sin fines de lucro a nivel nacional: World Savvy.
“Las palabras importan mucho, especialmente cuando es el presidente de Estados Unidos quien está hablando”, manifestó, eligiendo cuidadosamente sus propias palabras.
El área metropolitana de Minneapolis-St. Paul es hogar de aproximadamente 84.000 personas de ascendencia somalí, quienes representan casi un tercio de los somalíes que viven en Estados Unidos.
Los refugiados de la nación del este de África han estado llegando a las frías llanuras de Minnesota desde la década de 1990, atraídos por los generosos servicios sociales del estado y una comunidad de la diáspora somalí en constante crecimiento.
Se han vuelto cada vez más prominentes en el estado, sirviendo en los consejos municipales de Minneapolis y St. Paul y en la legislatura estatal. La representante federal demócrata Ilhan Omar --un objetivo frecuente de Trump, quien el martes la tachó específicamente de “basura”-- representa parte del estado en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Los comentarios de Trump se produjeron días después de que su administración anunciara que suspendería todas las decisiones de asilo luego de que dos soldados de la Guardia Nacional fueran baleados en Washington. El sospechoso del ataque es originario de Afganistán, pero Trump ha utilizado el momento para plantear preguntas sobre inmigrantes de otras naciones, incluida Somalia.
Trump habló poco después de que se informara que las autoridades federales están preparando una operación de inmigración en Minnesota que se centraría principalmente en inmigrantes somalíes que viven ilegalmente en Estados Unidos, según una persona familiarizada con la planificación.
La mayoría de los somalíes del estado son ciudadanos estadounidenses, muchos de ellos de nacimiento.
Trump prometió la semana pasada en una publicación en redes sociales enviar a los somalíes “de regreso a de donde vinieron”, y alegó que Minnesota es “un centro de lavado de dinero”.
Más tarde el martes, el gobierno estadounidense dijo que pausaría todas las solicitudes de inmigración, como las solicitudes de residencia permanente para personas de 19 países, a las cuales se les vetó la entrada a Estados Unidos como parte de los cambios de inmigración tras el tiroteo en DC.
Los líderes de la comunidad somalí local, así como aliados como el gobernador Tim Walz y el alcalde de Minneapolis Jacob Frey, también han rechazado a quienes podrían culpar a la comunidad somalí en general por casos recientes de fraude masivo en programas públicos.
Prometieron proteger a la comunidad somalí de la ciudad.
“Minneapolis es, y seguirá siendo, una ciudad que defiende a nuestros residentes”, afirmó Frey en un comunicado el miércoles.
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El periodista de The Associated Press Steve Karnowski contribuyó a este despacho. ___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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