Wilfrán Caisamo, un joven indígena de 22 años, fue desplazado junto a su familia desde su comunidad en Chocó . La violencia que los obligó a abandonar su territorio los llevó hasta Medellín , donde el silencio, la incertidumbre y la preocupación terminaron asfixiándolo . Lejos de su cultura, de su lengua y de todo lo que había sido su vida, tomó una decisión que marcó para siempre a su familia.

“Ese muchacho trabajaba conmigo en construcción de trabajar y salimos un sábado en la tarde. Él se puso a tomar, se emborrachó y se suicidó solo, se borró solo, se ahorcó solo” , relató su padre. Su voz intenta sostenerse, pero en su mirada se refleja el profundo dolor que dejó la muerte de su hijo.

“Era una casa, una casa en la que teníamos que pagar en arriendo. Y cuando fuimos a ver, y

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