Buenos Aires, 4 diciembre (NA) -- La localía siempre fue un factor determinante en la Copa del Mundo. Desde 1930 hasta hoy, ser anfitrión significó un impulso deportivo, una plataforma política o, en algunos casos, un acceso privilegiado para países sin tradición futbolística.

Según el repaso histórico de la agencia Noticias Argentinas, reveló que organizar un Mundial nunca fue solo una cuestión logística.

Los campeones cuestionados: Italia 1934 y Argentina 1978

Entre los episodios más polémicos aparecen dos Mundiales atravesados por regímenes de facto que utilizaron la competencia con fines políticos.

Italia 1934 , en pleno gobierno fascista de Benito Mussolini, estuvo marcada por sospechas de presiones arbitrales y una organización manipulada para favorecer al seleccionado l

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