Kylian Mbappé confirmó en San Mamés que, a día de hoy, es sin discusión el mejor jugador del mundo. El delantero parisino ofreció una exhibición portentosa en 'la catedral' para guiar a un Real Madrid ( 0-3 ) que llegaba muy exigido tras tres empates consecutivos, habiendo cedido el liderato y con la victoria del Barça ante el Atlético justo un día antes. En uno de los estadios con más mística de España, sino el que más, el futbolista francés destapó el tarro de las esencias con dos golazos y una asistencia para Camavinga.
La actuación de Mbappé ante el Athletic será recordada durante mucho tiempo, una exhibición del mejor jugador del mundo, de un delantero imparable y letal a partes iguales. Su primer gol fue simplemente una obra de arte: recibió un pase largo en el centro del

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