El zaragozano Pablo Gargallo es, junto a Pablo Serrano, uno de los grandes nombres de la escultura española del siglo XX. Pero si hay una obra que resume su genio, su visión modernista y su audacia, esa es El Profeta , una pieza monumental que hoy tiene siete copias oficiales distribuidas en museos de Europa y Estados Unidos .

Una creación que no sólo marcó un antes y un después en la historia de la escultura, sino que también consolidó el nombre de un artista.

Un grito en bronce que cambió la escultura moderna

El Profeta fue concebido en 1933 , apenas un año antes de que Gargallo falleciera. La obra representa a un hombre de gesto enérgico, boca abierta, un brazo alzado como quien proclama un mensaje al mundo. Para muchos expertos, esa figura podría interpretarse como San

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