Los precios del alquiler y de la compraventa, que se han incrementado en un 10,9 por ciento y un 4,1 por ciento, respectivamente, hacen que el esfuerzo económico para que un joven se independice continúe por encima de los “umbrales de asequibilidad”, hasta llegar a una tasa de emancipación en el 13,8 por ciento en el segundo semestre de 2024 en Castilla y León, que son dos puntos menos que hace un año y es la más baja desde 2006. Todo ello genera que se emancipen con una media de 30,4 años, una edad en la que dejan de ser oficialmente jóvenes.

No en vano, el alquiler de una vivienda en solitario supone el 61,2 por ciento del salario neto mensual de un menor de 29 años asalariado. Además, el acceso a una casa en propiedad con hipoteca requiere 8,3 años de salario neto de un joven, según el

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