Los sindicatos del Sistema Nacional de Salud han convocado una huelga indefinida que comenzará el 27 de enero. Esta protesta se repetirá cada martes “mientras sea necesario”. La convocatoria fue anunciada por Begoña Ballell, secretaria estatal del Sector Salud de UGT Servicios Públicos, en una rueda de prensa donde se criticó la falta de voluntad de la ministra de Sanidad, Mónica García, para alcanzar un acuerdo que beneficie a todos los trabajadores del sector.

Los sindicatos, que incluyen a SATSE-FSES, CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde, han expresado su descontento por las “negociaciones paralelas” que el Ministerio ha mantenido con los sindicatos médicos. Ballell afirmó que la falta de respuesta del Ministerio está llevando a la sanidad pública a un “camino sin retorno”.

Esta huelga se suma a otra programada por los sindicatos médicos CESM y SMA, que durará cuatro días y también busca protestar contra el estatuto marco. Los sindicatos médicos han criticado la “deslealtad” de la ministra por mantener negociaciones con otros grupos, ignorando a quienes representan al 100% del personal estatutario del Sistema Nacional de Salud.

Desde la última reunión, celebrada el 6 de noviembre, no ha habido avances significativos en la negociación del estatuto. Laura Villaseñor, presidenta de Satse, ha señalado que la falta de progreso es una muestra de deslealtad por parte del Ministerio. Los sindicatos buscan mejorar las condiciones laborales de todos los trabajadores, tanto sanitarios como no sanitarios, y han demandado claridad en temas como la jubilación anticipada y la jornada laboral de 35 horas.

Villaseñor ha reconocido que la huelga no es una decisión fácil, pero las circunstancias han llevado a esta acción. Lucía García, de CCOO, ha calificado el estatuto marco como “un traje que le queda pequeño a nuestra sanidad”, subrayando la necesidad de compromisos firmes y una hoja de ruta clara.

Fernando Hontagas, de CSIF, ha lamentado que los ciudadanos sean los más afectados por esta situación, destacando la falta de refuerzos para enfrentar la epidemia de gripe, lo que ha llevado a la saturación de urgencias y la suspensión de cirugías. Manuel Moreira, de CIG-Saúde, ha advertido que “la sanidad pública está en crisis”, enfatizando la importancia de un estatuto que regule dignamente las condiciones laborales del personal para ofrecer un servicio adecuado a la ciudadanía.