Buenos Aires, 4 diciembre (NA) – El sorteo del Mundial de Rugby 2027 no sólo definió rivales para Los Pumas sino que también reactivó una cábala histórica que, aunque poco conocida, atraviesa más de tres décadas del torneo.

Según analizó la Agencia Noticias Argentinas, desde 1987 hasta 2023, el Grupo C se transformó en una especie de portal hacia la final, un patrón tan repetido que ya forma parte de la mística del campeonato.

Siete de los diez Mundiales jugados tuvieron al menos un finalista nacido del Grupo C y en cuatro ediciones, ese mismo grupo dio al campeón. Una estadística potente, difícil de ignorar y que invita a entusiasmarse.

La tendencia comenzó en los albores del certamen, cuando Nueva Zelanda levantó la copa en 1987 tras integrar el entonces Pool 3, equivalente al Grupo C

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