ha vuelto a conquistar la televisión estadounidense, pero esta vez no lo ha hecho para hablar de traumas familiares, memorias explosivas o tensiones palaciegas. Lo ha hecho para reírse. De sí mismo, del imaginario romántico navideño que obsesiona al país… y, cómo no, de Donald Trump . Su aparición por sorpresa en The Late Show with Stephen Colbert la noche del miércoles -coincidiendo casualmente con el estreno del especial navideño de en Netflix- desató una tormenta mediática instantánea, especialmente al otro lado del Atlántico, donde cada gesto de los Sussex sigue siendo un acontecimiento.

El sketch que protagonizó retrata a un juguetón, casi caricaturesco, dispuesto a audicionar para convertirse en el próximo "príncipe de Navidad". Colbert, siempre afilado, introdujo la escen

See Full Page