La clasificación del Deportes Tolima a la final del fútbol colombiano no solo se celebró con el tradicional abrazo y la euforia del triunfo, sino con una insólita y curiosa pantomima que ha capturado la atención de propios y extraños.

Apenas se escuchó el pitazo final en el estadio Américo Montanini, y con el tiquete a la gran final asegurado, los jugadores del equipo tolimense no corrieron a la tribuna o a abrazarse, sino que emprendieron una carrera inusual.

Todos, como locos, salieron a recoger todos los balones que encontraron. Los pijaos se apoderaron de los que tenían los recogebolas y de los regados por la cancha.

Con todos ellos en mano, posaron para la foto oficial, para luego patearlos al aire en un gesto lleno de euforia y, quizás, burla.

Esta particular forma de festejar, q

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