La sanidad pública madrileña afronta una nueva tormenta política y social, esta vez con el Hospital Universitario de Torrejón de Ardoz en el epicentro. El centro, de titularidad pública pero gestión privada, se ha visto envuelto en una polémica tras filtrarse unos audios que revelan una estrategia directiva para aumentar las listas de espera y rechazar pacientes costosos con el único fin de mejorar la rentabilidad económica. La Comunidad de Madrid no encuentra prácticas irregulares en el hospital.

El escándalo ha precipitado la dimisión de Pablo Gallart, consejero delegado del grupo gestor Ribera Salud en el hospital, y ha destapado una purga interna contra quienes intentaron denunciar estas prácticas.

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