El arquero serbio Vanja Milinković-Savić se convirtió en el centro de atención durante la definición por penales entre Napoli y Cagliari en los octavos de final de la Copa Italia, al ejecutar un disparo que superó los 130 kilómetros por hora. Este remate, que apenas pudo ser seguido en las imágenes por la velocidad con la que la pelota pasó del punto penal a la red, marcó el séptimo penal de la serie y dejó una impresión imborrable en el estadio Diego Armando Maradona.

El equipo dirigido por Antonio Conte rompió así una racha negativa en los octavos de final del torneo, una instancia que le había resultado esquiva en las últimas temporadas, y ahora aguarda por el vencedor del enfrentamiento entre Fiorentina y Como, conjunto comandado por Cesc Fàbregas.

Según indicó el periodista italiano

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