Ramírez subrayó que el proceso legislativo violó principios constitucionales básicos, al omitir la consulta obligatoria a los pueblos originarios establecida en la Constitución y en los tratados internacionales.

”Negarles la voz es negarles el derecho a decidir sobre su tierra, su territorio y su agua”, afirmó.

Asimismo, criticó que no se escuchó al campo chihuahuense ni a los productores del país, quienes sostienen la economía real y dependen del uso responsable del agua para mantener la seguridad alimentaria.

”Se impuso una visión centralista construida desde escritorios que nunca han pisado la tierra que alimenta a México”,señaló.

El diputado también advirtió sobre la improvisación con la que fue dictaminada la reforma: más de 50 modificaciones de última hora, evidenciando que ni si

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