Ocho meses después del crimen que descubrió al país, la Fiscalía General de la Nación confirmó que la muerte de Emilia e Inés, dos menores de edad, ocurrida en abril pasado en el norte de Bogotá, fue producto de un homicidio por envenenamiento con talio, un metal altamente tóxico que habría sido suministrado de forma intencional a través de frambuesas con chocolate enviadas como supuesto regalo.

Los hechos ocurrieron durante una reunión social en un apartamento del exclusivo sector de Rosales, donde cuatro adolescentes, estudiantes del colegio Los Nogales, compartían una tarde luego de salir de clases. Tras consumir las frambuesas que llegaron por mensajería, tres de ellas comenzaron a presentar síntomas de intoxicación severa. Dos fueron trasladadas a la Fundación Santa Fe, donde falleci

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