Con orden internacional de captura, la empresaria Zulma Guzmán —copropietaria de Houshares y dueña de una compañía de alquiler de vehículos eléctricos— está siendo buscada en más de 190 países por ser la principal sospechosa del envenenamiento con talio de las niñas Inés de Bedout y Emilia Forero, quienes murieron el 5 y 9 de abril pasados.

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La Fiscalía la señala como la remitente del paquete de frambuesas que llegó a la casa de la familia De Bedout, en el norte de Bogotá, impregnado con este metal altamente tóxico.

Guzmán Castro, quien conocía a Juan de Bedout —padre de dos de los niños envenenados (uno de ellos fuera de peligro)—, es una empresaria con más de una década de experiencia en proyecto

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