Manuel Baeza / Grupo Cantón

Especialistas advierten que la presión social y las “fiestas perfectas” pueden detonar tristeza profunda y episodios depresivos.

Cancún.- La temporada navideña, cargada de imágenes de unión familiar, luces, abundancia y celebración, genera en muchas personas un fuerte contraste entre la expectativa social y su realidad interior, provocando nostalgia profunda, tristeza, tristeza intensa, sensación de vacío existencial e incluso enojo o rechazo hacia las fiestas.

La especialista en salud mental, Sandybel Robaldino, subraya que la soledad emocional no siempre se refleja en el aislamiento físico: una persona puede estar rodeada de gente y aun así experimentar un vacío abrumador que no expresa a través de conductas o que oculta tras una aparente normalidad.

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