Todo está listo para que arranque la 109 edición del Giro de Italia , que se celebrará del 8 al 31 de mayo y con una propuesta donde la montaña gana peso. En total, el pelotón, donde no estará Tadej Pogacar pero sí Jonas Vingegaard, recorrerá 3.459 kilómetros, veinte etapas de montaña y un desnivel acumulado de 49.150 metros. El pistolazo de salida se dará desde Bulgaria y se coronará al emperador de la Corsa Rosa en Roma, como en los últimos años.
Solo falta que el pelotón comience a rodar, pero el debate sobre las fechas de la ronda italiana sigue abierto. El último en cuestionar el diseño del calendario de competición ha sido Pogacar. El esloveno, que sigue inmerso en su preparación de la temporada que viene, propuso un intercambio de fechas entre Giro de Italia y La Vuelta a España, que se celebra a finales de verano.
Eso facilitaría su participación en la ronda española, en la que solo ha competido un año (2019). “¿La Vuelta? Me gustaría volver algún día, pero es complicado de combinar con el Tour de Francia. Siempre digo que si cambiaran el Giro y La Vuelta sería mucho mejor por clima y para acudir”, explicó Pogacar, en declaraciones recogidas por Efe .
El esloveno justifica el cambio también por las condiciones meteorológicas en las que corren los ciclistas. Eso supondría que La Vuelta se celebraría en primavera y la ronda italiana a finales de verano, con mucho menos calor en ambas fechas. Sin embargo, los organizadores no parecen por la labor.
“El Giro de Italia tiene una fecha tradicional en mayo y no queremos cambiarla”, explicó en declaraciones al medio especializado Cyclingnews , Paolo Bellino, el director general de RCS Sport, una de las empresas encargadas de la organización del evento. Y zanjó completamente el debate iniciado por Pogacar: “Ni siquiera vamos a pensar en la idea”.
Los ciclistas quieren cambios
Los organizadores del Giro de Italia se resisten a aceptar la propuesta, pero la Asociación de Ciclistas Profesionales (CPA, por sus siglas en inglés) se ha mostrado partidaria de la medida, que cambiaría por completo el calendario de las grandes vueltas ciclistas .
“Se rieron de mí, pero obviamente nunca han corrido el Giro con lluvia helada y nieve, ni la Vuelta con un calor abrasador. Ese es el mayor problema del ciclismo: la tradición está frenando el desarrollo del deporte”, aseveró en redes sociales Adam Hansen, máximo responsable de la organización.

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