La fiesta de la Constitución en Madrid se desdobla, un año más, por el pulso Ayuso-Sánchez, que tiene como representante al delegado del Gobierno, Francisco Martín, con el que el desencuentro no puede ser mayor.

El Gobierno de Ayuso no solo le considera el «comisario de Pedro Sánchez» o «activista del sanchismo» en la Comunidad, sino que la presidenta autonómica ha llegado a acusarle de actuar con «insultos, descalificaciones y mentiras» contra su persona. Cree que actúa como brazo político del PSOE y que es un delegado «partidista», más que institucional. La tensión entre ambos ha ido escalando hasta el punto de que la Comunidad de Madrid ha decidido no invitar a Martín, de nuevo, al tradicional acto institucional en la Puerta del Sol un día antes del aniversario de la Carta Magna, que s

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