Un error de apenas unos segundos ha llevado a Vanesa ante el Tribunal Supremo . Esta ha sido condenada a dos años y medio por un delito de descubrimiento y revelación de secretos, después de enviar una llamada que grabó a su exmarido .

Todo comenzó cuando Vanesa vio que cada vez que su expareja hablaba por teléfono con su hijo, este se ponía a llorar. Para ver qué le decía durante aquellas llamadas, empezó a grabarlas . "Necesitaba saber cuál era el problema, por qué mi hijo se ponía a llorar", nos cuenta, "para estar segura de que mi hijo no corría peligro".

Un día, Vanesa envió por error una de esas llamadas por un grupo de padres del colegio. Al darse cuenta al instante, lo borró , pero alguien debió descargarlo y su exmarido se enteró. "Es imposible que se descargara e

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