En abril de este año, dos adolescentes murieron en el norte de Bogotá tras intoxicarse con talio luego de consumir frambuesas que contenían este metal altamente venenoso, un hecho que conmocionó al país.

Ocho meses después, la investigación por las muertes de Emilia e Inés, de 13 y 14 años, dio un giro decisivo este jueves 4 de diciembre. La Fiscalía determinó que una mujer habría organizado el envío de las frambuesas contaminadas con talio, sustancia que provocó la intoxicación mortal.

Las tres menores, estudiantes del colegio Los Nogales, asistieron en abril a un encuentro social en la vivienda de una de ellas, ubicada en el barrio Rosales. Horas más tarde, dos de las jóvenes comenzaron a mostrar síntomas de envenenamiento y fueron trasladadas a la Fundación Santa Fe.

La primera falle

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