Un paciente atendido durante entre uno y dos años por el oncólogo del Hospital Universitario San Jorge de Huesca inhabilitado , y que prefiere mantener su anonimato, asegura haberse quedado profundamente sorprendido al conocer que el profesional había sido apartado de su labor asistencial. Explica que, cuando dejó de atenderle, solo le comunicaron que estaba de baja , sin ninguna otra explicación. A partir de ese momento, su seguimiento pasó a una oncóloga , un cambio que sitúa a comienzos del verano .

De su experiencia con el médico, afirma que siempre le pareció “muy agradable y empático” y que mostraba disposición para adaptar los tratamientos cuando él expresaba dudas acerca de los efectos secundarios. Recuerda, por ejemplo, que en una ocasión ambos decidieron no ad

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