El Gobierno de Donald Trump presentó una nueva política exterior que busca restablecer la Doctrina Monroe de 1823, con el objetivo de consolidar a Estados Unidos como la principal potencia del continente americano y limitar la presencia de fuerzas y competidores económicos fuera de la región. La estrategia pretende impedir la intervención de potencias extranjeras en los asuntos de América y se enfocará en reclutar aliados afines y expandir la influencia estadounidense en la región.

Según el documento divulgado por la Casa Blanca, Washington buscará proteger su territorio y el acceso a zonas estratégicas, impidiendo que otros países desplieguen fuerzas, recursos militares o adquieran activos críticos en América, al considerarlo un riesgo para la seguridad nacional.

Bajo la premisa de “inc

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